Llevo desde el 2017 ofreciendo servicios, y hoy quiero compartirte una de las principales claves que me han permitido potenciarlo.
Hay muchas cosas que pueden diferenciar a un servicio:
- El cliente a quién lo vendes - La estrategia de precio que utilices - La plataforma de venta
Sin embargo, con el tiempo me di cuenta que nada de eso era lo suficientemente relevante si primero no tenías el primer paso definido: Su categoría.
La categoría de servicios es un esquema que he creado para apoyarme a definir servicios únicos y a posicionarlo más rápido desde su lanzamiento.
Esto es algo que es probable que no veas en otro lugar. Así que arranquemos.
Existen tres categorías de servicios: Genéricos, Especializados y Sistematizados.
Los Servicios Genéricos: Esta es a categoría por la que usualmente iniciamos. El típico, por ejemplo, “Asesoría de finanzas”. Son aquellos donde no hay un norte más que el de ofrecer la parte técnica o de experiencia que tenemos.
Es ideal si estás iniciando pues te permite conocer:
El problema con estos servicios es que no nos apoya a diferenciarnos y hacen que lo que ofreces se vea como algo más del montón. Por eso, si ya tienes experiencia, este tipo de servicio puede jugar en tu contra.
Los Servicios Especializados: Son aquellos donde se palpa tu expertise. Siguiendo el ejemplo de las asesorías, un servicio especializado sería “Apoyo a mujeres endeudadas, a saldar sus montos, mejorar su relación bancaria y recuperar la estabilidad económica que se merecen a través de asesorías estratégicas”. ¿Se siente diferente cierto? Y quizás hasta te resuene pues antes he hablado de este tipo de servicio.
Esta categoría es ideal si tienes experiencia y conoces al cliente a quien quieres atraer pues con este, más que el servicio, vendes:
Aquí, ya no se trata de tiempo, como has puntualizado tu diferenciación pues será difícil que puedan compararte con otros y sus montos.
Los Servicios Sistematizados: Son aquellos en los que empaquetas tu servicio especializado como un producto, con un sistema o metodología clave y replicable para otros. No es un producto digital necesariamente, pues aún tu presencia forma parte del proceso, pero el resultado no depende únicamente de ti.
Esta es la evolución final del servicio, y es ideal si ya tienes una metodología que garantiza resultados y es fácil de replicar con un tipo de cliente específico.
Acorde a cada categoría, definí los tipos de servicios. Pero eso, te lo dejaré para un siguiente correo.
Mientras, mi invitación con este correo, es a que crees tu servicio acorde a su categoría. Esto te ahorrará tiempo, esfuerzo y en caso de que tengas el expertise, te apoyará a posicionarte.
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